Entradas

Mostrando las entradas de 2016

Las tres cegueras

Un refrán dice “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Me he preguntado si en cuestiones de ceguera (ideológica) podemos hablar de mejor y peor. Mientras intentaba responderme se me ocurrió que hay tres tipos de ceguera: el que no ve, el que no quiere ver y el que solo ve lo que quiere. La primera, el que no ve, es la más ingenua de todas. En cierta forma todos vamos por el mundo con este tipo de ceguera. Hace poco un gentil economista quiso explicarme en los cinco minutos que duró nuestro encuentro la relación entre invierno y plusvalía. Quise comprender sus planteamientos pero creo que necesitaría unos cuantos saberes previos y mucho más tiempo. El gentil economista sonrió y asumió el fracaso jocosamente. La ceguera del que no quiere ver, en cambio, no resulta tan tolerable. Supongamos que alguien piensa que votar es infructuoso y nos empeñamos en explicarle lo contrario, en hacerle ver los beneficios del voto. Sin embargo esta persona no comprende ni acepta nuestro

Dos a la vez: lo recomiendo

Hasta hace un par de años yo creía que lo mejor era dedicarme solamente a una, entregarme de cuerpo, mente y alma a una sola, enfocar toda mi atención, todo mi tiempo disponible y todo mi afecto a la misma. Más de una me parecía un gran error aunque tenía amigos muy honorables que atendían dos o tres a la vez y no mostraban la más mínima frustración o culpa. Me sentía satisfecho y orgulloso de profesar tal exclusividad. No sabía de lo que me estaba perdiendo.  Después de los cuarenta años de edad uno se cuestiona respecto a muchas cosas y decide hacer cambios. Las canas, las arrugas y las dolencias terminan convirtiéndose en azuzadoras consejeras que siembran dudas y ansiedades. Supongo que por eso decidí intentar con más de una. Mi error fue pasar a tres abruptamente. Fue un cambio demasiado brusco. Las tres me gustaban mucho, tenía cada una sus encantos propios y obviamente cada cual demandaba mucha atención. Se formó un embrollo en mi cabeza y terminé unas veces descuidándolas