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Mostrando las entradas de 2015

Risas y cenizas

Hace algunas semanas terminé de leer un gran libro y me cuesta trabajo elegir algún tema para escribir estos párrafos. No por ausencia de temas sino por exceso de ellos: injusticia, pobreza, niñez, paternidad, maternidad, muerte, dolor, templanza, enfermedad, ¡humor!... Escribiré sobre el humor con que Frank McCourt narró los dramas de su infancia en Las cenizas de Ángela . Al hacerlo, implícitamente hablaré de los demás temas porque el humor no es un ornamento en la obra sino una especie de tono permanente con el que el autor asume su pobreza, su dolor, las deficiencias de su padre y su madre, la muerte que lo rodea y lo amenaza, y en general todos los dramas que experimenta en sus primeros diecinueve años de vida. Justo cuando alguno de aquellos dramas que vivió el pequeño Frankie me tenía más exaltado, o incluso desesperado, apareció en los renglones una anécdota poderosa, capaz de transmutar la gota que se formaba en mis ojos en una sonrisa impetuosa. Nunca le resta el autor

Paternidad, muerte y olvido

Siempre me ha resultado contradictorio y misterioso que una sociedad tan machista como ha sido la colombiana profese un marcado desprecio por la paternidad. Aquella popular frase que reza que “madre no hay sino una y papá es cualquier hijueputa” es solo una manifestación coloquial que exacerba la subestimación de la cual es objeto el rol del papá en nuestra sociedad. No se necesita hilar muy fino para darse cuenta de que las madres, las abuelas, y hasta las tías, son en general mucho más valoradas que los padres. Más allá de procrear, garantizar el sostenimiento económico de la familia (cosas que podría hacer cualquiera realmente) e imponer el orden (lo que que nos hace más odiados todavía) la gente, con excepciones por supuesto, no nos reconoce función alguna a los padres de familia. Y no es por lamentarme que he escrito los dos párrafos anteriores. En realidad me ha ido muy bien como papá y me he esforzado por aportar en mi hogar mucho más que genes, dinero y disciplina. I

La vida de un grande

He concluido la lectura de la biografía de Gabo (García Márquez, una vida) por Gerald Martin. Es el primer libro que termino de leer en 2015 (lo inicié el año anterior) y me ofreció una gran experiencia. De eso me gusta hablar cuando me refiero a los libros que leo: de mi experiencia. No pretendo reseñas eruditas. En primer lugar porque no soy un erudito en nada y además porque pienso que lo primordial de una obra es la experiencia que le genera a sus lectores. Leer esta biografía me sorprendió mucho, a pesar de haber leído años atrás las memorias de García Márquez [1] , pues un sinnúmero de hechos de la vida de nuestro nobel eran para mí totalmente desconocidos y me di cuenta de que su faceta política yo la conocía apenas superficialmente. Además, el libro contiene pequeñas revelaciones íntimas que  me ayudaron a reconocer la humanidad de García Márquez, que puede resultarnos un personaje de otro mundo, como dijo Héctor Abad Faciolince [1] . Fue estupendo saber que un genio