Cuervos y semillas

Los astutos cuervos vuelan sobre tu huerta

Viejos cuervos insistentes

Quieren tus mejores semillas

prometedoras y vulnerables 

plantadas con devoción

regadas con esperanza

 

Ahuyentas a las aves indeseadas de mil maneras

garantizadas por especialistas

Pero vuelven

Te perturban como ampollas

Su sombría presencia se impone

Sigues la hipnótica trayectoria de su vuelo


De pronto reaccionas

dominas de nuevo tu atención

y los espantas con violencia

 

Sabes que pierdes aunque salvas la huerta

Semillas importantes se arruinan durante las disputas

Habrá que sembrar nuevas

cuidar las que restan

usar fertilizantes

 

Emergen lágrimas lentas como espuma

Lloras por las semillas perdidas

por las que siguen en riesgo

por los cuervos que regresan y acechan

Tanto llanto nutre la maleza

Más trabajo

 

A veces te disfrazas de espantapájaros

Te desvelas cuidando el sembradío

Tus párpados reclaman y se oponen

 

Los cuervos merodean

Merodear les encanta

Es lo suyo

Camuflados en árboles circundantes

esperan sin afán el momento propicio

¡Si al menos tuvieras su paciencia!

Los ves lejos

los escuchas distantes

pero tu piel dice otra cosa

Parecen negros rayos que te estremecen sin tocarte

 

Una incómoda certeza te conquista:

perderás demasiadas semillas

y llorarás por eso

Lágrimas lentas como espuma

nutrirán la maleza

Más trabajo

 

Aun así continúas plantando

y regando

y desyerbando

y espantando a los cuervos

Los estudias con empeño

Aprendes sobre cuervos para vencerlos

Te miras y quedas sorprendido

más pareces ornitólogo demente que agricultor laborioso

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